Soy Julio Abina, su servidor y creyente En Cristo. Comencé a estudiar las Sagradas Escrituras hace 51 años. Bautizado en La Iglesia Pentecostal a los 18 años. Posteriormente, en las diferentes congregaciones que he sido miembro a través de los años, he servido como Diácono, Obrero, Maestro y Evangelista Radial. Ayudé a levantar Iglesias y en otras he servido en todo lo que se me ha presentado. En el ámbito secular, hice mi carrera profesional en la industria de las Telecomunicaciones. Poseo grados académicos en Administración de Empresas, Tecnología Electrónica y Computadoras. Fui Gerente general de Adiestramiento y Desarrollo de empleados de una empresa nacional. Sin embargo, el trabajo que más he anhelado y que me apasiona, es estudiar la Biblia y la búsqueda de La Verdad. Estudio La Biblia con la ayuda del Espíritu Santo de Dios. Soy un Biblicista. Creo que la Biblia es la única autoridad en los asuntos del Evangelio de Nuestro Señor Jesús. Todo tiene que ser probado a través de la luz de las sagradas escrituras. No hay revelación nueva que superseda a lo revelado por el Apóstol Pablo en sus epístolas a las iglesias. Reconozco Los Dones del Espíritu Santo de Dios, dentro del Cuerpo de Cristo hoy en día. Sin embargo, todos somos miembros particulares, unos de otros, cada cual con dones según el Espíritu Santo de Dios le place dar. Pero ninguno es cabeza del otro, sino Cristo, quien es La Cabeza del cuerpo. El Dios de Abraham, Isaac y Jacob ha puesto en mi corazón, enseñar el evangelio de La Gracia Inmerecida de Nuestro Señor Jesús. Examinando todo aplicando el contexto hebreo de las sagradas escrituras. Para de esa manera llegar al sentido correcto de Las Sagradas Escrituras, cortando toda enseñanza errónea y añadida a la palabra de dios. Escribo con urgencia, ante los tiempos difíciles en que ya estamos. Nuestro Señor Jesús está a las puertas. Literalmente. ¡Ven Señor Jesús, Ven!